Desayunamos en el único bar que encontramos abierto en Belorado en la misma plaza y partimos hacia Tosantos en una mañana fresca y agradable para caminar. Divisamos a nuestra derecha, a lo lejos, la curiosa ermita rupestre de la Virgen de la Peña excavada en la montaña.

En Villambistia efectuamos una pequeña parada en la iglesia de San Esteban, del siglo XVII. La encontramos cerrada.

Dejamos atrás Espinosa del Camino y en la bajada pasamos por el ábside de San Felices, un aparente montón de rocas, único vestigio del antiguo monasterio Benedictino de San Felices de Oca, del que ya se tienen referencias en el año 863. En estas ruinas se encuentra el sepulcro del conde Diego Porcelos, fundador de Burgos, según recuerda una placa colocada junto a la puerta.

Después de cruzar el río Oca, llegamos a Villafranca Montes de Oca. Hacemos una parada en la pensión El Pájaro, donde tomamos unas cervezas con bocadillo sentados al sol en una terraza. Vemos pasar muchos peregrinos.

Hace años pernoctamos una noche en esta población. Nos chocó la gran cantidad de camiones que pasaban por la carretera llevando grandes estructuras de molinos de viento.

Tras degustar la cerveza y un bocadillo, cruzamos la población y nos adentramos en los Montes de Oca, zona antiguamente peligrosa por la existencia de malhechores.

El camino por los bosques es muy agradable aunque se había levantado un viento bastante frío. Justo en el Monumento a los Caídos en la Guerra Civil nos encontramos a las dos amigas catalanas. Una de ellas abandonaría el Camino al día siguiente. Ha comenzado a llover.

Cerca del Monumento se encuentra delimitada una fosa común, marcada con el número 2, localizada el 30 de agosto de 2011 y de la que, ese mismo año, se exhumaron treinta cuerpos asesinados entre Julio y Diciembre de 1936.

Continuamos subiendo hasta el Alto de la Pedraja (1.157 m). Pasamos un claro en el camino con figuras talladas de madera y algunos totems al estilo índio y, tras una suave bajada y una fuerte lluvia, llegamos a San Juan de Ortega. El albergue está completo por lo que muchos peregrinos tienen que continuar. Nosotros tenemos pensado llegar hasta Agés. Paramos a sellar y tomamos unas cervezas con pinchos, sentados en la ventana de la cafetería, mientras observamos la lluvia.

www.gronze.com: La iglesia de San Juan de Ortega, del siglo XII, es románica, al igual que el magnífico mausoleo y el sepulcro del santo. En el interior de la iglesia acontece el llamado "Milagro de la Luz": dos días al año, en los equinoccios (en torno al 21 de marzo y al 23 de septiembre), el sol ilumina durante diez minutos el capitel que representa la escena de la Anunciación.

Mientras esperamos que cese la lluvia, Ángel decide ir tirando para adelante. Poco después le seguimos Primi y yo. Al salir de la cafetería vemos en el suelo una funda de paraguas entre los charcos. Después nos enteramos de que, posiblemente, fuera de Ángel, pues había perdido la suya.

Calados hasta los huesos llegamos por fín al pueblo de Agés. El pueblo es pequeño y, una vez acoplados en el albergue, salimos Ángel y yo a una cafetería cercana, pues queríamos ver alguno de los partidos de la liga española. Primi se quedó en el albergue en busca de algún mechero para quemar la aguja que le serviría para arreglarse algunas averías. Poco después se reuniría con nosotros en el bar.

En el bar, completamente lleno de peregrinos y de gente del pueblo, había ambiente de futbol con seguidores tanto del Real Madrid, como del Barcelona. Saludamos a algunos peregrinos ya conocidos entre los que se encontraban Pippa y su hermana que no paraban de reir.

Finalizados los partidos, salimos a dar una vuelta por el pequeño pueblo. Como continuaba lloviendo, nos metimos en otro bar cercano, esta vez sin gente, a tomar otro chato. Mientras tomamos la consumición se acercan a la barra varias personas con las que entablamos una agradable conversación. Se trataban de el exalcalde de Belorado, el alcalde de Agés y su esposa, y la enérgica dueña del bar.

La conversación, que se alargó bastante, se centró lógicamente en temas políticos. Después de una pequeña cena, nos fuimos directamente al albergue y a la litera a dormir.