Me levanto temprano y bajo a desayunar en Casa Tita. Luego me doy una vuelta por las calles de Santiago hasta que me siento en el Cestaños a tomar una cerveza mientras espero a Primi que parece que ya viene.

Primi anoche había puesto todos los sistemas de alarma disponibles, móvil y reloj, pues quería despertarse a las 6:30 pues a las 7:50 tenia que coger el autobús, asi que lo había dejado todo preparado. No hubo necesidad de utilizar las alarmas pues la pareja de italianos que dormía en su habitación antes de esa hora y a oscuras ya estaban levantándose. Les dijo que encendieran la luz que el también se levantaba. Eran los italianos Silvia y Benianino, ella de Torino y él de la periferia.

Benianino ya había hecho varios caminos entre ellos el Primitivo, el mismo que pensaba hacer Silvia el año que viene. Fue poco tiempo el que estuvieron hablando pero a Primi le refrescó el italiano que tenía ya un poco oxidado. Como siempre les habló de nuestra página web y de la fotografía que les tomó, que ya la verían en pocos meses.

Después de desayunar se acompañaron, pues tanto el camino hacia Muxía como el que llevaba Primi hacia la parada del autobús era el mismo, así que andan juntos unos 500 metros, para él los últimos, pues yendo con esta agradable pareja se le hacen cortísimos. Benianino le comenta que si no se anima a ir con ellos a Muxía. Primi le dice que ya le gustaría por su compañía, pero que este camino ha llegado a su fin para él, con un poco de morriña. Eso sí, que siempre se queda uno con ganas de más. Se despiden con unos besos y abrazos, deseos de volver a verse y el consabido "ci vediamo".

El autobús hasta Baio tarda aún unos 20 minutos en llegar y en Baio tiene que esperar 1:15 minutos, que aprovecha para tomar un café y ponerse al día con la actualidad. Al ir hacia la parada se encuentra con el matrimonio holandés de la noche anterior y hacen juntos la ruta hasta Santiago. Ya en Santiago se despiden, pensando en que seguramente se verían de nuevo por las ruas de Santiago.

Cuando llega Primi se me une en el Cesteño donde tomamos un chato y comemos unos pinchos. Angele se ha sentado cerca de nuestra mesa y comentamos un poco las incidencias del Camino. Poco después llega su acompañante y se marchan.

Nosotros nos acercamos al parque a visitar a nuestras "eternas novias" la dos Marías que allí están esperándonos como siempre. Hay feria en la alameda pues hoy es fiesta en Santiago.

Después nos acercamos a la Catedral esperando ver el botafumeiro en funcionamiento, cosa que no sucede.

Desde allí nos vamos de compras, tomamos algún ribeiro en el Bar La Cueva, pues El Gato está cerrado por obras, y nos vamos a la pensión a echar una siesta un rato pensando volver a las 19:30 a la Catedral a la otra misa. Esta vez tenemos más suerte y podemos contemplar el Botafumeiro en acción.

Después de la misa volvemos a hacer algunas compras que faltaban y nos vamos a cenar algo para acto seguido marcharnos a la pensión a dormir.