CAMINO DE SANTIAGO 2018
Lunes, 07 de Mayo de 2018
Viana do Castelo - Caminha (28 kms)

Desayunamos a las 07:00 de la mañana en una cafetería frente al albergue. El tiempo es buenísimo, va a ser un día caluroso. Cruzamos la ciudad de Viana cuyas calles están adornadas con coloridas luces de flores, paraguas colgados de distintos colores, y otros muchos adornos, pues parece que hay un concurso entre distintas poblaciones para elegir a la ciudad mas y mejor engalanada.



Calles engalanadas


Atravesamos parte de la ciudad dirigiéndonos, como siempre, hacia el litoral. Anclado en el puerto pudimos ver el barco Gil Eannes, navío-hospital dedicado durante décadas como apoyo a las actividades de la pesca del bacalao en las aguas de Terranova. Hoy realiza las funciones de Museo y Albergue Juvenil con unas 50 habitaciones para pernoctar.



Al fondo el barco Gil Eannes


Divisamos a nuestra derecha la Capela de Nossa Senhora da Agonia, de estilo barroco, localizada en el Campo da Agonia al salir de Viana. Al fondo Vemos la cúpula del Sagrado Corazón.



Capela de Nossa Senhora da Agonia


Continuamos, bajo un sol de justicia, por un camino paralelo a las pasarelas y a la carretera. Primi se va por las pasarelas mientras yo sigo las flechas por el camino, aunque no nos perdimos de vista en ningún momento. Ambos veíamos que la playa nos quedaba a la izquierda. En un recodo del camino se acaban las pasarelas y Primi aparece.

Mientras caminamos juntos nos adelantan dos ciclistas, a las que saludamos con el "Buen camino, peregrino". Después de perderlas de vista aparecen de nuevo y paran sus bicicletas a nuestro lado. Resultan ser dos venezolanas, María Adela y Mercedes, que van haciendo fotos, video, y entrevistas sobre lo que los peregrinos piensan del Camino. Quieren emitir un reportaje sobre ello en su país. Nos preguntan la dirección a seguir y les damos un plano que nos habían dado en Esposende. Quedamos en reencontrarnos en Caminha.



María Adela y Mercedes, peregrinas venezolanas


Aproximadamente a las 12:00 de la mañana, después de dejar atrás varios pueblos, llegamos a Vila Praia de Åncora, donde buscamos un bar y tomamos la primera cerveza de la etapa.



Curiosos urinarios


En la plaza del pueblo nos encontramos con las tres únicas peregrinas españolas que habíamos conocido días antes en la Cruz Roja de Marinhas y que habían decidido hacer su Camino por la montaña, en lugar de por el litoral, como hicimos nosotros. Nos hacemos unas cuantas fotos y continuamos el camino.



Igreja Paroquial de Vila Praia de Åncora


Antes de salir de Vila Praia de Åncora pasamos por un cuartel de bomberos donde decidimos entrar para poner un sello en nuestras credenciales. Ellos nos indicaron un camino para retomar la senda del litoral. Salimos a la costa junto al fuerte da Lagarteira.



Fuerte da Lagarteira


Después de un par de horas siguiendo la senda de la costa, pasando algunas poblaciones cuyos nombres no hemos visto, y pensando que ya tenemos que estar cerca, me paro a preguntar a una mujer a la que adelantamos si sabía por dónde se iba al albergue de Caminha. Ella saca su móvil y me muestra un mapa donde puedo ver la ubicación del albergue a unos tres kilómetros y medio. Me dice que está lejos para ir andando. Le doy las gracias y continúo tras Primi.

Aproximadamente a las 15:30 llegamos a Caminha. Buscamos el albergue de peregrinos de Caminha, que aún está algo retirado, vemos que hay muchas literas vacías y, después de dejar las mochilas y acoplarnos en nuestras literas, salimos a la plaza a comer algo. Mientras comemos comentamos las incidencias; hasta hoy, ha sido la etapa mas larga que hemos realizado, aunque merece la pena, debido al paisaje tan diverso que hemos visto: playas salvajes con sistemas dunares, humedales y estuarios, sierras y ríos.

Vemos muchos peregrinos que van llegando, aunque después sabríamos que la mayoría de ellos se irían al día siguiente hacia Valencia do Minho a retomar el camino central.

Cuando estamos finalizando la comida aparecen las dos ciclistas venezolanas a las que invitamos a un pingo (cafetito). Nos explicaron mas ampliamente el motivo de su peregrinación, motivo por otra parte valiente y de carácter divulgativo. Nos comentan que quieren seguir por el litoral asi que se marchan quedando en vernos al dia siguiente en el ferry.



Descanso en Caminha


Después de la comida nos vamos a descansar. Desde la puerta del albergue vemos el puente metálico del ferrocarril, sobre el río Coura, último afluente del Miño. Construido en 1878 según diseño de la factoría Eiffel. Y otro puente, el Ponte Do Rio Coura, en la desembocadura del río al Miño, destinado a caminantes y vehículos.



Puente metálico del ferrocarril, sobre el río Coura




Ponte do rio Coura, en Caminha


Damos luego una vuelta por Caminha donde contemplamos las murallas medievales con la torre principal, la Torre do Relógio, los talleres de artesanía de madera, cobre y latón, por los que, al parecer, son conocidos los caminhenses. Vemos también la Estación del Ferry que queremos tomar al día siguiente.



El Ferry: Sta. Rita de Cassia


Tras tomar unas bebidas por la plaza nos volvemos al albergue sobre las 21:00 horas, pues no había nadie por las calles, asi que decidimos tomar un café en un bar situado al lado del albergue.

A MAGIA DO CAMINO

Ya en el albergue entablamos conversación con la hospitalera, Hilaria Dantas. Curiosamente, después de una extensa conversación, cuando la comentamos que habíamos hecho en 2014 el Camino Portugués de la Costa, después de decirme que yo la resultaba conocido, y supo de nuestra página web, enseguida consultó la página en su portátil, concretamente en la etapa de Rubiaes a Tui. Personalmente me había dado una ramita y después de contestar a sus habituales preguntas, me había indicado, además, dónde había una fuente cercana para llenar la botella de agua. En aquel entonces, cuando escribí la crónica en esta página hice la siguiente referencia:

"En unos 3 ó 4 km. llego a Fontoura, donde hay una señora en la puerta de una casa que llama a todos los peregrinos para preguntarles de dónde vienen, sellar la credencial, darles una rama seca y un plano de la Freguesía; nos cuenta que es argentina, perteneciente a alguna asociación y que están haciendo un recuento de peregrinos que pasan por allí."

Cuando he regresado a casa varios días después he encontrado, muy sorprendido, en uno de sus muros de facebook, una referencia de Hilaria relatando estos encuentros.



"A MAGIA DO CAMINO", Hilaria Dantas


Hoy es nuestro último día del recorrido en Portugal, justo cuando nos habíamos acostumbrado a la cocina casera y a los precios módicos de los menús en sus restaurantes: se acabaron los pratos do dia, los menús completos, las sobremesas ... motivos más que suficientes para volver pronto a este país que enamora. (Gronze).