A las cinco de la mañana, he
bajado con cuidado de mi alta litera y he salido sin hacer ruido al servicio.
Ya algunos peregrinos abandonaban el albergue, entre ellos Rodri. Me
comenta que va a comenzar la etapa pues no puede dormir. Después
regreso a mi litera y me duermo profundamente de nuevo.
Cuando Primi se ha levantado, no quedaban
peregrinos en su habitación. Ha venido a buscarnos a la
nuestra y nos ha encontrado a todos durmiendo. Cansado de
esperar, se ha marchado con intención de buscar un sitio donde
desayunar.
Iglesias en Logroño
Después de desayunar en
una cafetería en la
que Primi ya nos esperaba,
abandonamos la ciudad divididos en pequeños grupos que poco a poco
se irían fragmentando aún más.
El lago
El camino es llano y el tiempo
fresco y muy agradable. Camino solo mientras atravieso el
precioso parque de La Grajera donde algunos pescadores se
entretienen en el lago.
Señales del Camino
Mientras van quedando atrás
los extensos viñedos adelanto a Sophie y Primi que, entretenidos con
sus cursos de inglés y español, caminan despistados en círculo dando
vueltas a un mismo punto del parque. Primi después comentaría lo
difícil que es explicar y, sobre todo, entender para un extranjero,
las complicadas combinaciones de los verbos españoles "ser" y "estar", ... Después de
saludarles y escuchar durante un rato su divertida conversación me adelanto
perdiéndoles pronto de vista.
Ángel y Chema van adelantados, aunque
ahora puedo distinguirlos en la lejanía. Acelero el paso con intención
de alcanzarles. Muchos peregrinos van quedando atrás pues caminan más despacio.
Dejo también atrás a Tyler, que anda entretenido tomando
buenas fotos.
Restos del
antiguo Hospital de San Juan de Acre
Ya en Navarrete, después de
doce kilómetros sin efectuar ninguna parada, les encuentro
descansando en una cafetería.
Navarrete
Muchos peregrinos se detienen a
descansar. Sentados en una mesa de la terraza, mientras tomamos
unas cervezas, vemos llegar
a Kashusi, con su flamante sombrero japonés. Trae la nariz
quemada y muy hinchada, seguramente debido al sol de justicia
que hemos sufrido y soportado a lo largo
de toda la mañana.
Con Kashusi, nuestro amigo
"el japo"
Le pregunto si puedo hacerme
una foto con su sombrero y él, muy amable y divertido, se quita su
espectacular camisa japonesa y me la pone junto con el
sombrero.
Paco y Kashusi
Le invitamos a una caña
mientras hace lo propio con Paco que acaba de llegar y quiere
también una foto para el recuerdo.
Kashusi nos enseña en su espectacular móvil un
documento grabado donde puede leerse la procedencia de su familia y
sus antepasados: una isla del Japón donde curiosamente también se
efectuan peregrinaciones. Aunque, muy interesados, intentamos que
nos explique el tema con más profundidad, no somos capaces de
comprenderle.
Anne Sophie,
con los apuntes de español de Primi
Mientras tanto ha llegado Beni, que nos ofrece
alguno de sus ricos productos comestibles con los que
se provee cada día para caminar, y, poco después, Sophie
y Primi, que continúan con sus lecciones. Sophie va anotando en su flamante
cuaderno frases en español que Primi, paciente, le explica
mientras practican la pronunciación.
En el mercadillo
Después de un largo descanso
retomamos el camino de nuevo. Antes de abandonar definitivamente el
pueblo atravesamos un pequeño mercadillo principalmente de legumbres
y frutas. Llaman la atención grandes cantidades de espectaculares
espárragos, que sorprenden por su tamaño.
Kashusi, meditando
Dejamos atrás a Kashusi, con
sus meditaciones, y a otros muchos peregrinos mientras nos acercamos
a Ventosa, último pueblo antes de Nájera.
Hormiguero
La llegada a Ventosa se hace
interminable. Largas cuestas rodean el pueblo a través
de varias urbanizaciones en construcción mientras el calor del
sol nos hace sudar.
Hacia Ventosa
Hemos caminado otros doce
largos kilómetros otra vez sin detenernos y nuestras fuerzas van
mermadas por el esfuerzo y el calor.
Ventosa
Chema y Ángel, adelantados,
paran en un bar en
el pueblecito de Ventosa a comer algo mientras nosotros nos acercamos poco a
poco con intención de descansar un rato. Unas buenas cervezas
pronto nos reponen fuerzas para continuar el camino. Paco
se nos une, poco después.
Ángel y Chema, reponiendo fuerzas
Mientras Chema y Paco se
quedan un rato más, Ángel, Primi y yo emprendemos la marcha
hacia Nájera. Nos faltan unos cinco kilómetros para finalizar la etapa. Continuamos
admirando los extensos viñedos que nos acompañan.
Bodegas Vallformosa
Pasamos sin detenernos por un edificio
de bodegas riojanas. Chema, en cambio, se detiene poco
después interesado en ver las Bodegas Vallformosa.
La bodeguera
La bodega, bien cuidada,
invita a reflexionar sobre la multitud de viñedos que hemos
visto en la zona. Infinidad de cubas guardan en silencio el
preciado líquido que, después, en su día, será disfrutado por muchas
personas.
Chema en la bodega
En su visita, Chema
compra una botella de un buen vino
riojano que después disfrutaríamos esa misma noche en Najera durante el partido de
futbol.
Exposición de productos
Bodegas Vallformosa
Camino de Nájera, saludamos y
adelantamos a Kasushi que, sin detenerse en Ventosa, nos había dejado
atrás.
Poesía en un
muro
Ángel se queda algo rezagado
contemplando la poesía que sobre peregrinos han escrito en un muro.
Un poco más adelantados, mientras Primi y yo caminamos, nos
sorprende Kashusi que con cara de pánico corre hacia nosotros con
dos pedruscos en sus manos enguantadas gritando asustado: ¡¡¡
Perros, no !!! ¡¡¡ Perros, no !!!.
Muy divertidos nos acercamos
a dos perrillos que vienen tranquilos tras él, meneando el rabo sin hacerle ningún caso, y
les acariciamos. Aunque intentamos tranquilizar "al japo", Kashusi se
ha parapetado, temeroso, detrás de dos peregrinas
que descansan sentadas en unas piedras. Ángel se acerca caminando
hacia nosotros sonriente y Kashusi se agarra a su brazo con
sus guantes negros totalmente blancos del polvo de las
piedras y camina despacio junto a él hasta dejar atrás un nuevo perro,
esta vez mucho más grande y temible. Kasushi después
nos explicaría que tiene pavor a los perros.
Pasado el peligro Kasushi se va retrasando de nuevo mientras nosotros
caminamos a buen paso hacia Nájera. Poco después vemos unos letreros
junto al camino que anuncian "adiestramiento de perros" y, muy
divertidos, imaginamos el susto que se llevará Kasushi cuando pase
por allí.
Tyler
Cruzamos el puente sobre el río
Yalde y entramos en la bonita población de Nájera, capital de
Navarra hasta el año 1.076.
Muchos peregrinos esperan en la puerta del albergue
alguna alternativa pues se encuentra a tope y no hay más plazas. El
hospitalero no habla idiomas y los peregrinos, en su mayor parte
extranjeros, no saben cómo ni dónde pueden pasar la noche.
Hago de intérprete para Diana y Miriam. Después
también para Tyler. Aunque no hay plazas pueden ducharse en el
albergue y dormir en el polideportivo adjunto que abrirán sobre las
ocho de la tarde sobre unas colchonetas. Beni y Rodri han
logrado litera y se quedan en el albergue.
Mientras tanto Ángel ha hecho las gestiones oportunas para buscarnos
un hostal que le ha recomendado el hospitalero. Tenemos intención de
ver la final de la Copa de la UEFA entre el Español y
el Sevilla y el polideportivo cierra sus puertas a las
diez de la noche.
Volvemos sobre nuestros pasos
buscando el hostal y de nuevo nos encontramos con Kashusi
que se dirige al albergue. Cuando le informamos que ya no
quedan plazas libres él vuelve a agarrarse del brazo de Ángel y
mientras camina junto a él nos grita: ¡¡¡ Yo Angel !!! ¡¡¡ Yo Ángel
!!!. Muy divertidos nos le llevamos con nosotros comentando: ¡¡¡
Primi, esta noche te toca dormir con el japo
!!!.
Claustro de Santa
María La Real
Nos acoplamos en el hostal
en un apartamento con dos habitaciones, una con tres camas y otra
con dos. A Kasushi le hemos colocado en una de las literas algo más
económicas del piso superior. Mientras nos preparamos para ir a comer
llega Chema, que no nos acompaña, pues anda desganado, seguramente por haber ya
comido. Paco aún tardará en llegar.
Ángel, Primi y yo comemos en un
agradable restaurante y volvemos al hostal a ducharnos y descansar. Paco acaba de llegar y
se ha acoplado en la cama supletoria con Ángel y Chema.
Ángel
cambiándose la camiseta mojada
Una
vez descansados, salimos a pasear por el bonito pueblo. Nos encontramos con Sophie
y Tyler que nos retan a echar un futbolín. Al no
encontrar ninguno nos acercamos a una plaza y nos
sentamos en una terraza.
Tyler, recordando que Ángel le había
empapado en una fuente un par de días antes,
me propone con disimulo mojar a Ángel y, sin dudarlo, nos
separamos de la terraza con una copa de cerveza vacía en la mano.
Tyler la llena en una fuente cercana y, decidido, se la echa
completa a Ángel por la cabeza. Muy divertidos vemos cómo Ángel
se quita la camisa y se dirige al hostal a cambiarla por otra.
Cuando regresa trae algo envuelto en la mano y nos
pensamos que es alguna botella de agua por lo que hacemos intención
de salir corriendo. Era la botella de vino que había comprado Chema
en la bodega y que poco después nos beberíamos durante la
cena.
En Nájera con Sophie
Poco después Sophie y Tyler se
retiran al albergue mientras nosotros volvemos al
restaurante donde hemos comido con intención de cenar
y ver el partido.
Peregrinas alemanas y
Chema
Mientras vemos al Sevilla
ganar la Copa, Chema practica su inglés entablando conversación con unas
alemanas que cenaban en una mesa
cercana. Finalizado el partido y la
cena entramos en el bar "El Pichu" con intención de tomar una copa.
Ajedrez
Atrae nuestra atención una
partida de ajedrez que Javier y Marino están disputando muy
interesados. Juego algunas disputadas partidas contra Javier en lo
que tomo mi cerveza y poco después regresamos al hostal a
dormir.
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