Hostal La Posada (Roncesvalles)
Comenzamos
la larga etapa aproximadamente
a las 08:30 de la
mañana. Pensamos llegar hasta Villaba después de
recorrer unos 38 kilómetros. Las cafeterías están cerradas aún por lo
que decidimos caminar unos tres kilómetros hasta el pueblo de
Burguete, donde pararíamos a desayunar. No vemos peregrinos pues seguramente nos
lleven delantera ya que nos habían comentado que antes de las 08:00
de la mañana todo el mundo debería abandonar el albergue.
Cruceiro en el camino
Mientras caminamos hacia
Burguete, Paco regresa sobre
sus pasos pues ha olvidado algo en la puerta del hostal. Luís,
satisfecho, sonriente y divertido, comenta sin cesar la partida de la noche anterior.
Esta vez no hay más remedio que callar y caminar.
Iglesia de
Burguete con restos
medievales el Siglo XVI
El camino, sombrío y fresco
bajo un bosque de hayas, pinos y grandes plantas de acebo, se hace
agradable. El tiempo es excelente y la abundante vegetación nos
resguarda del sol. Media hora después nos detenemos en una cafetería donde
encontramos a Beni, Marilyn y Marcos, ya desayunando. Poco después se reune Paco con el grupo.
Preparando la larga etapa
Emprendemos la marcha a lo
largo de un camino llano bajo un sol radiante que pronto nos hace
sudar. El grupo se va disgregando poco a poco. Como ya es habitual,
Ángel, Luís y Chema, esta vez acompañados por Primi,
se van adelantando. Beni, Marilyn, Marcos, Paco y yo les seguimos algo más rezagados.
Luís
Pasamos sin detenernos Espinal
y el Alto de Mezkiritz, donde Primi nos está esperando. El camino se
va empinando y la subida es agotadora. Marilyn camina muy despacio y se va quedando atrás con
Marcos. Las botas le hacen daño y se detiene continuamente. Poco después
las cambia por unas de repuesto
de Marcos que parece que le van bien.
Marilyn y Marcos
Beni y
Primi caminan despacio hasta Viscarret, pueblo de
imponentes casas del siglo XVIII, donde me esperan en la terraza de una
cafetería. Pronto me reuno con ellos. El calor es sofocante por lo que pronto
damos cuenta de unas buenas cervezas.
Casona del Siglo XVIII
Tiempo después llegan Marcos y Marilyn, quien ahora
camina mejor con las flamantes playeras de Marcos.
Descanso en Viscarret
Mientras tanto, Paco se ha
adelantado tras el grupo de Ángel, Chema y Luís,
que han continuado su rápida marcha y se acercan a Zubiri,
punto donde habíamos quedado para reunirnos antes de comer. Ángel
me comenta por el móvil que
van a continuar hasta Larrasoaña ya que les parece muy pronto para parar
a comer.
Bajada del Alto de Erro
Continuamos la larga etapa bajo un sol radiante hasta
que, agotados, llegamos por fin a Zubiri donde decidimos detenernos a
comer. Primi se ha adelantado y nos tiene ya reservada una mesa en un
bonito restaurante donde sirven el menú del peregrino.
Primi
Mientras comemos charlamos con
Marina, la peregrina de Mónaco que me había avisado sobre la posible
pérdida de mi botellín de agua. Finalizada la comida nos despedimos
de Marilyn, Marina y Marcos, pues han decidido finalizar allí
la etapa. Ya no volveríamos a verlos. Beni,
Primi y yo continuamos poco después el camino hacia
Villaba.
Ángel
Ángel, Chema, Luís y Paco han comido
finalmente en Larrasoaña, a unos 6 kilómetros por delante de nosotros y
a unos 10 kilómetros de Villaba. En el restaurante les han
atendido con un poco de desgana hasta el punto de
que Paco tiene que espabilarse para llegar a tiempo de comer.
Chema y Luís
Aproximadamente a las 19:30 de la tarde han llegado a Villaba,
finalizando la larga etapa.
Puente gótico
Mientras continuamos despacio el camino de nuevo me llama
Ángel.
Los albergues de Villaba están a tope por lo que tendremos que
dormir otra vez en un hostal.
Curiosa peregrina
Poco antes de llegar a Villaba hemos abandonado el camino pensando que por la carretera llegaríamos antes. Ya
en Huertas, pueblo cercano a Villaba pero desviado un par de
kilómetros, nos hemos dado cuenta del error. En definitiva, nos hemos pasado aproximadamente
unos dos kilómetros. Después de preguntar en una gasolinera hemos tomado un autobús
que nos ha acercado en unos minutos a Villaba.
Villaba
Mientras el grupo de Ángel
cena en un restaurante, finalmente llegamos a
Villaba completamente agotados. Aún en el pueblo hemos
recorrido algunos cientos de metros hasta encontrar
el hostal. La etapa se nos ha hecho
interminable. Primi y yo, sin ganas de cenar, salimos a la terraza del hostal a tomar unas cervezas acompañadas con unos chorizos en
aceite bastante buenos. Beni se ha quedado en
el hostal. Poco después se nos unirían el resto del grupo,
bien cenados, a tomar algo y comentar las incidencias de la larga etapa.
Villaba
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