CAMINO DE SANTIAGO 2014
Viernes, 20 de Junio de 2014
Etapa 4 - De Ponte de Lima a Rubiaes (17,4 kms)

Albergue de Ponte de Lima

Después de desayunar en el bar junto al albergue, abandonamos la villa a las 07:45 de la mañana. Luís se ha marchado ya mientras Ángel, Primi y yo salimos tras él.

La mañana es muy agradable. Aunque el sol ya ha salido el cielo está algo nublado por lo que aún no calienta demasiado. Dejamos atrás extensos viñedos para adentrarnos después en terreno de bosques, arroyos y vegetación, que dificultan el paso de los ciclistas (también de los peregrinos a pié) que abundaban esta mañana. Nos adelantan los peregrinos catalanes Mireia y Juande a quienes poco a poco vamos perdiendo de vista. Primi se ha quedado rezagado y tampoco le vemos.

Bar cerrado
Nos pasan Mireia y Juande
Siguiendo el río Labruja

En un recodo del Camino llegamos a Codesal y su entrañable ermita de Nª Sª das Neves con un cruzeiro en el atrio. Justo al lado se encuentra el bar-tienda Café Nunes, donde paramos a tomar unas cañas y, de paso, sellar nuestras credenciales. Para Ángel es parada obligada, pues llevamos en torno a dos horas de marcha y su talón se resiente. Allí nos encontramos con Jenni y bastantes peregrinos más.

Ermita de Nª Sª das Neves

Cuando decidimos continuar nuestro camino aparece Primi acompañado por la alemana Tessa, muy animado porque ha venido practicando inglés durante unos cuantos kilómetros. Pedimos algunos botellines más.

Primi con Tessa

Mientras tanto, Mireia y Juande han alcanzado a Luís, que debía andar esperándonos en el alto de Labruja.

Luís y Juande
Mireia y Luís

Ángel continúa el Camino. Poco después voy tras él. Y al rato, Primi me alcanza. Poco a poco vamos subiendo al Alto de la Portela Grande de Labruja cuyos 400 metros de altitud suponen el techo de esta vía de peregrinación. Esta subida le recuerda a Ángel el tramo Las Herrerías . La Faba en el camino francés.

Duro ascenso

Cuando Primi y yo alcanzamos la cima efectuamos una larga parada.

Fauna peregrina
Preciosa flora

El tramo siguiente, en permanente bajada nos lleva hasta Agualonga, donde un paisano ha instalado en el jardín de su casa una roulotte que sirve de barra de bar y como tiene una barbacoa pone en la brasa pollos y tiras de cerdo; el peregrino huele a distancia y no le queda mas remedio que hacer una parada.

Aquí volvemos a coincidir con Jenni, que ha encargado medio pollo a la brasa y está a punto de dar cuenta del mismo; tambien aparece un matrimonio italiano (Serenella y Ernesto); él habla bastante español y Primi, enseñándoles las fotos de su nieta, está tan contento con sus parrafadas con Serenella, que solo habla italiano; también aparece un matrimonio de australianos, (Kelly y marido), con los que ya hemos coincidido en alguna etapa anterior; van de hoteles y les llevan la mochila, pero sobre todo ella es muy simpática y está deseando entablar conversación con los peregrinos; aparecen también los peregrinos holandeses Vincent y Mark y algunos peregrinos ingleses más, con quienes vamos coincidiendo.

Parejas peregrinas

Entretanto Jenni ya se marcha. Se ha comido el pollo y los huesos se los comen los dos o tres gatos que había por allí. Resulta extraño ver a los gatos comiendo huesos de pollo. Poco tiempo después llega Tessa que se acopla con nosotros. Con un ambiente tan agradable nos pedimos unas tiras de cerdo que nos las pone con unos pimientos y como nos gustaron repetimos; estábamos tan a gusto, pero había que continuar.

Continuamos satisfechos, esta vez sin más paradas, hasta el albergue de peregrinos de Sáo Pedro de Rubiaes, que con sus 34 plazas me ha parecido uno de los mejores por esta zona.

Albergue de Sáo Pedro de Rubiaes

El albergue está justo a la entrada del pueblo, si es que a esto se le puede llamar pueblo, porque las casas están totalmente dispersas. El hospitalero nos dice que el albergue es gratuito y que hay un "cepillo" para echar la voluntad, que tienen lavadora, que tambien es gratuita y el jabón se lo tenemos que pedir a él. A la entrada hay una especie de patio con un tendedero de varias cuerdas y una zona de cesped con tumbonas. Allí encontramos a Mireia, Juande y Luís. Hace bastante calor.

Mireia, Juade y Luís

Era el momento de lavar, por lo que recopilamos entre Ángel, Primi y yo toda la ropa y esperamos turno de lavadora, ya que Jenni se nos había adelantado. Después de una buena ducha, mientras Ángel y Luís se esperan en tertulia en el patio a que termine la lavadora, Primi y yo nos hemos bajado a un restaurante cercano con intención de cenar algo.

Terminadas las labores domésticas Luis y Ángel bajan hasta el bar donde les estamos esperando. Mientras cenamos en el restaurante Bom Apetite una tajada enorme de excelente bacalao con guarnición, aparecen por allí un par de coches con peregrinos para cenar, entre otros Vincent y Mark, y Hanna y Torill, a quienes habíamos conocido el día anterior y que parece ser era su último día pues al siguiente regresarían a casa. Bajan también Jenni y Tessa, esta última alojada en una casa rural 1 km. mas arriba de nuestro albergue.

Con Jenni
Tessa

Ángel ha visto las credenciales de peregrina de Tessa adornadas con algunas florituras y le pide le adorne la suya con uno de sus dibujos.

Sello de Tessa

Peregrino Ángel visto por Tessa

Siendo aún de día hemos regresado al albergue, pues cerraban a las 10 de la noche, y tampoco había mucho mas que hacer por allí.