Martes, 12 de Mayo de 2009
Bueno hay que empezar a andar. Ángel, Chema y
Luis ya habían partido, Jesús conversaba con Sabinne, Paco supongo que
todavía no había bajado, y yo salgo bastante tarde, pues me ha empezado a
fallar la rodilla y pienso tomarme despacio la etapa.
La idea que se había transmitido era parar en Portomarín
dado que estaba a 11 km pero por no subir al pueblo supongo que pasaríamos de
largo.
Mercadoiro. Albergue privado con restaurante bar.
Peregrinas en dirección
contraria
El tramo hasta Portomarín, sobre todo la bajada, me
fastidia bastante llegándome a perder hasta dos veces así que en la escalera
llamo a Ángel para confirmar lo que ya suponía: habían seguido sin subir al
pueblo.
Subida a
Portomarín (todos los peregrinos deben subirla al menos una vez)
Llevo los pies cocidos. La salida de Portomarín, con otro Miura de subida,
me obligan a parar al llegar arriba. Después de un cigarillo, que seguro que
Michel también se lo habría echado, me pongo en marcha hacia Gonzar, donde
encuentro a los compañeros que llevan hora y media esperándome. Una cañita
para reponer energía y continuamos el Camino.
Paramos de nuevo en Hospital de la Cruz, en el mesón “El
Labrador”, que ya conocíamos de otros caminos. Cuando llego ya tenían
preparada la mesa para comer. Ha comenzado a caer una fina lluvia que
obliga a abrir los paraguas.
Comemos
empanadas, caldo gallego, lentejas y de segundo pollo,
merluza, pinchos morunos, unos flanes caseros y cayeses y demás.
Los compañeros peregrinos habían asistido a la reserva de una habitación con
una cama a una peregrina irlandesa, Cristine, que le cobraban 32 euros por
una cama sin derecho a desayuno y gracias a su intervención consiguieron una
rebaja más el desayuno. Después tomaría un licor de hierbas con
nosotros.
Nos comentó que se dedicaba a servicios sociales
trabajando con gente muy necesitada y con graves problemas, bueno lo de nos
comentó teniendo en cuenta que no sabía español y que su inglés iba a la
velocidad de una metralleta fue lo que conseguimos deducir.
Finalizada la comida volvieron a sentarse a la partida
(creo que es la tercera) con los mismos contendientes (sin comentarios sobre
el resultado me remito a la foto.
Primi, Luis y
Cristine
Resultado de la partida,
“sin comentarios”
Ventas de Narón
Teníamos que partir así que tras las despedidas de rigor
nos pusimos en camino. Era obligado realizarse una foto en un cruceiro de
los más interesantes de la ruta en Os Lameiros.
Cruceiro de Os Lameiros
Restaurante de Mariluz
Llegamos
a Eirexe donde paramos a saludar a Mariluz. ¡Qué diferencia de local con
aquel donde paramos hace 8 años y que era el único del pueblo donde pude dar
unas explicaciones de matemáticas a su hija!.
Por fin llegamos al albergue privado localizado al lado del municipal que,
por cierto, estaba también bastante remodelado, aunque según algún
compañero parecía que emanaban cierto olores quizás de una mala canalización
de servicios. Ducha y a preparar la cena, entre tanto pudimos observar al
dueño con una más que santa paciencia realizar aparejos para la pesca,
moscas artesanales, ¿hilo de conejo?, con un armazón especial de enhebrado
que personalmente no había visto nunca
La cena a base de bacalao y carne nos dejo buen gusto de boca (El bacalao en
opinión de Ángel, buen entendido del pescado, en si no podía creer que en un
pueblo tan pequeño pudiera haberlo encontrado tanto por su tamaño, poco
salado y bien cocinado).
Proceso de
elaboración de los aparejos
Restaurante en Eirexe
Tras la cena aun hubo tiempo para echar una nueva revancha
al mus y pasó lo que pasó.
Sin comentarios
Otra vez, “sin
comentarios”
Aún acompañé a Jesús un rato para ver el debate del
gobierno por televisión.
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