CAMINO DE SANTIAGO 2015
Miércoles, 06 de Mayo de 2015
Etapa 2 - De Comillas a Colombres (28,4 kms)

Desayunamos temprano en la misma Posada en un pequeño self service y salimos de Comillas dispuestos a recorrer los 29 kilómetros que nos separan de Colombres. La mañana es espléndida y se camina bien. Dejamos a mano izquierda la vista del Palacio de Sobrellano y enlazamos con una pista para ciclistas y caminantes por la que se camina rápido y cómodo.

Pista saliendo de Comillas

Pronto cruzamos el Puente de la Rabia, sobre la ría del mismo nombre, y nos adentramos en el Parque Natural de Oyambre, espacio protegido de casi seis mil hectáreas que incluye las rías de San Vicente y de La Rabía, marismas, acantilados, playas, dunas, bosques... con bellos paisajes, riqueza biológica (acoge numerosas especies tanto vegetales como animales) y ecosistemas de alto valor ecológico. Un oasis para los amantes del paisaje y la ornitología.

Ría La Rabia
Refugio nacional de aves acuáticas

Continuamos por un paisaje precioso con vistas al mar mientras vamos dejando atrás pequeñas aldeas cántabras.

Paisaje aldeano

Descendemos por una pista de tierra para cruzar un arroyo por un pequeño puente medieval.

Puente medieval

Bordeamos el campo de golf Santa Marina tras Luís y Ángel, que se han adelantado. Algunos trabajadores están limpiando los caminos del campo de golf. La mañana es espléndida y hace calor.

Ángel en el Campo de golf

Primi y yo continuamos el Camino tras Luís y Ángel. Dejamos atrás La Revilla y, después de un ascenso de la carretera, divisamos por fín el famoso Puente de la Maza, puerta de entrada a San Vicente de la Barquera.

San Vicente de la Barquera

La cercanía de la población nos anima y aceleramos el descenso.

Peregrinas descansando

Cruzamos el puente que atraviesa la ría mientras observamos a algunos pescadores enredando con sus aparejos de pesca y nos detenemos en la primera terraza de bar que encontramos donde nos apretamos un par de deliciosas cervezas.

Puente de La Maza
Aparejos de pesca
Michel y Primi

Son las 11:30 de la mañana. Mientras descansamos pasan los valencianos que, tras unos saludos y comentarios, se despiden de nosotros, pues finalizaban allí su Camino por este año. Nos habían contado en Santillana que tenían pensado tomar un coche de alquiler para desplazarse a Bilbao, darse un homenaje y, al dia siguiente, poner rumbo a Valencia.

En esto, llaman Luís y Ángel, que nos estaban esperando muy cerca, en El Bodegón, así que, tomadas las cervezas, nos reunimos con ellos en pocos minutos. Pedimos unos vinitos y un par de pinchos mientras comentamos las incidencias de la etapa.

Luís y Ángel, en el Bodegón

Poco después Luís se levanta diciendo que va a avanzar algo, Ángel le sigue al poco tiempo, y Primi y yo después de un rato. Avanzamos lentamente bajo un sol radiante que nos hace sudar la camiseta. A las 02:15, calculando que nos faltan unos 5 kms, decidimos entrar en un restaurante cerca de Pesués, a pie de carretera, a comer algo.

Indicadores

El restaurante parecía bastante frecuentado. En un momento llegaron un grupo de chicas y chicos “bien vestidos”, que le hizo comentar a Primi: "Como es jueves, son los de Bankia de la zona que han quedado para comer".

Comida en restaurante en Pesués

Finalizada la comida y bien descansados, retomamos el Camino hacia Unquera, donde cruzamos el río Deva por un puente por el que se abandona Cantabria y se entra en Asturias. Conforme ganamos altitud el paisaje se dilata ofreciéndonos interesantes perspectivas. Así llegamos a Colombres, localidad con todos los servicios, donde ya nos esperaban hacía tiempo Ángel y Luís quienes, telefónicamente, nos dirigen hasta el albergue.

Ángel, cruzando el Deva
Frontera Cantabria - Asturias
Luís

Cuando llegamos al albergue Ángel se está echando la siesta. Mientras reposamos después de ducharnos Michel sale al jardín del albergue y comienza a tocar su armónica sentado en un banco. Cris y su madre Gilda, peregrinas alemanas, se acercan y entablan conversación con él.

El albergue en Colombres
Michel en el albergue

Una vez preparados nos acercamos al pueblo en busca de un lugar donde poder cenar y ver el partido de futbol. Tomamos unas cañas mientras hacemos tiempo para la cena. Luís nos recomienda el bar La Barata, aunque él lo bautizó como "La seca", por la reciente experiencia que había tenido allí mismo.

Mientras veíamos el partido nos llamó Paco que llegaba para reunirse con nosotros. Llegó justo para ver la segunda parte. Le pusimos al corriente de las etapas que llevábamos. Cuando volvimos al albergue Paco, por aquello de pillar cama baja, se había alojado en otra habitación, pero sin luz, con lo que le enseñamos a instalar una aplicación de la linterna para su móvil, que él mismo se bajó.

Colombres