CAMINO DE SANTIAGO 2017
Domingo, 14 de Mayo de 2017
Etapa 9 - De Lugo a San Román da Retorta (19,7 kms)

Nos levantamos más tarde que otros días puesto que la etapa hasta San Román da Retorta desde Lugo es bastante corta. Después de desayunar en una cafetería de la Plaza Mayor, callejeamos por la ciudad hasta que por fín encontramos la salida al Camino en fuerte descenso hasta el río Miño.



Saliendo por una de las puertas de la muralla


Desembocamos en el Ponte Vella, bonito puente de origen romano, aunque con importantes reformas posteriores. Cruzamos por dicho puente el río Miño y seguimos a la derecha en paralelo al río.



Estatua al entrar en el Ponte Vella sobre el Miño


Pronto el camino asciende a la izquierda y nos alejamos del río dejando definitivamente atrás la capital lucense.



Cruzamos el Río Miño


Saludamos a Javier que anda buscando un grupo de peregrinos amigos suyos y continuamos nuestra lenta ascensión por el asfalto. Cruzamos Seoane, población sin servicios y llegamos hasta San Vicente do Burgo, donde efectuamos una larga parada, descansando sentados al sol, en la Parrillada Bar As Searas. Es un lugar idóneo para reponer fuerzas, descansar y tomar un bocadillo, empanada o tortilla y las correspondientes cervezas. Estamos a unos 10 kms de Lugo.



Parrillada Bar As Searas


Continuamos hacia San Román por terreno ahora más llano. Ángel se ha adelantado, yo le sigo, mientras detrás vienen Primi y Luís. En Taboeiro, pequeño pueblo, me detengo en la Taberna Taboeiro donde me tomo una cerveza. Pasa un gran grupo de jóvenes peregrinos y supongo que son los que anda buscando Javier. Algunos entran en la taberna mientras otros continúan el Camino sin detenerse cantando a pleno pulmón.

Ángel nos manda un whatsapp donde dice que sigamos hasta el desvío del Mesón Crecente, que está a unos 100 metros, y donde se ha acercado él. Allí podemos comer, pues según él, olía a un guiso estupendo. Enseguida pago la cerveza y me acerco al Mesón. Poco después llegan Primi y Luís, sedientos por el calor. Preguntamos si podíamos comer y nos dijeron que sí, pero que entre la una y media y las dos y media, porque a partir de esa hora tenían reservado el comedor completo. Parecía mentira porque era una casa bastante rehabilitada en medio del campo y no había gente por allí pero, efectivamente, a la una y media estábamos sentados en la mesa.



Mesón Crecente; Taboeiro


Lo típico es un cocido gallego pero además tienen cordero asado y filetes de ternera, por lo que Ángel y Luís se apuntan al cocido mientras Primi y yo nos apuntamos a la sopa, el cordero asado y la ternera. El precio 10 euros por persona, por lo que nos resultó estupendo.



En el Mesón Crecente; Taboeiro


Al rato empezó a llenarse el comedor: una mesa de 4, otra de 8, otra de 6 y, llegadas las 2:30, le dijimos a la señora que nosotros nos levantábamos como habíamos quedado y que nos tomábamos el café fuera. Así estuvimos un buen rato en una especie de de porche que tenían junto al comedor.



Ermita de San Román da Retorta, románica del XII


En torno a las 15:15 nos ponemos en marcha para terminar la etapa. Llegamos a San Román da Retorta; una iglesia con un cementerio y tres casas al lado y nada más: ahí no se veía albergue por lo que seguimos avanzando ya que había un cartel que lo indicaba.



Réplica del Miliario romano año 40 d.C.


800 metros más adelante una casa en medio del bosque decía albergue O Cándido unos 100 metros a la izquierda; otra casa decía albergue público y en el entorno solo había otro par de casas aparentemente deshabitadas. Como habíamos reservado en el albergue O Cándido nos metimos allí, nos asignaron las camas aunque nos colocamos en las que nosotros quisimos; nos dieron sábana de abajo y funda de almohada de tela, y al precio de 10 euros.



El albergue O Cándido




El albergue público


Menos mal que la tarde estaba buena. No hacía frío ni apretaba demasiado el sol salvo en algunas ocasiones y se podía estar en una especie de terraza que había allí a la puerta del albergue. Antes que nosotros habrían llegado unos 10 o 12 peregrinos.



Cuando no se encuentra descanso en uno mismo es difícil buscarlos en otra parte


Aquí estaba Javier el de Oviedo, el padre y la hija catalanes, algún francés, las dos chicas francesas y otros peregrinos.

Después de acoplarnos, duchas y demás, Ángel se fue a dar una vuelta hasta la zona de la Iglesia donde había un pequeño bar, mientras nosotros nos sentamos en la agradable terraza acompañados por otros peregrinos. Tomamos algunas botellitas de vino blanco a 2,50 euros cada una.



Con Natalia, enfermera de Almería, y Javier, peregrino asturiano


Continuaban llegando peregrinos. Los últimos que llegaron fueron Natalia, enérgica peregrina enfermera de Almería, y las dos hermanas de Tres Cantos, Alba y Sara, que iban con su padre Jaime. Nada más llegar Natalia, en lo primero que se fijó y comentó fue en mi prominente barriga. Pasamos allí un buen rato.



Cena comunitaria


Así se nos hizo la hora de cenar; tenían huevos fritos con patatas, garbanzos con callos, filetes de ternera y poco más, por lo que probamos un poco de todo. Al final resultó una cena en abundancia. Con vino y todo a 5 euros por persona y para finalizar con sorpresa, una queimada.



Queimada con "conxuros" de Ángel


Mientras dábamos vueltas al orujo de la queimada, Ángel se encargó de recitar parte del "conxuro". Al final pasamos un buen rato. Poco antes de las 11 de la noche ya nos habíamos ido todos a la cama.