CAMINO DE SANTIAGO 2017
Jueves, 11 de Mayo de 2017
Etapa 7 - De Grandas de Salime a Fonsagrada (28,1 kms)

Amanece un día de perros. Ya estaba lloviendo en el momento en que nos levantamos a la salida del albergue de Grandas de Salime. Pusimos las fundas a las mochilas y empezamos a caminar bajo el paraguas en una cuestecita nada despreciable que se hacía más pesada por el tema de la lluvia. Además apareció el viento y eso ya sí que fue mucho peor, si no la etapa hubiera sido estupenda porque las pendientes eran mucho más suaves que en dias anteriores y se hacía más llevadero.



Mojón bajo la lluvia


Ángel se ha adelantado, como es costumbre. Camino con Primi hasta Peñafonte, donde hacemos una pequeña parada. Aunque algunos peregrinos ascienden a El Acebo por la ladera del monte Zarro nosotros continuamos la marcha por la carretera debido a la fuerte lluvia, sabiendo que tenemos unos cuatro kms hasta el Alto del Acebo, con unas rampas que se van haciendo más considerables con solo salir de Peñafonte. Por la carretera no existe ningún refugio donde poder resguardarnos, por lo que nos empapamos de agua. Antes de llegar al alto nos detenemos de nuevo, completamente empapados, para resguardarnos de la lluvia bajo una parada de autobús. Van llegando algunos peregrinos, empapados también, entre ellos un peregrino irlandés con el que vamos coincidiendo de vez en cuando.



Nuevo descanso: empapados


Después del breve descanso, Primi y yo nos separamos. Él se va por la vereda del Camino mientras yo vuelvo a la carretera, pues pienso que el Camino podía estar bastante embarrado. Ahora llueve con menos intensidad. Sin ver a nadie, voy dejando atrás los molinos de viento. Cuando llego a la cima, 1.130 metros de altitud, al no encontrar a nadie, llamo a Primi con el móvil. Estoy en el punto más alto, lugar que coincide con la delimitación geográfica de Asturias y Galicia, entrando en la provincia de Lugo.

Comienzo el descenso por la carretera en busca del bar El Acebo donde ya me espera Primi. Como ya nos habían advertido, compruebo en alguno de los mojones que la vieira que indica la dirección ha cambiado. Ahora la señalización es al revés que en Asturias.

El bar El Acebo es pequeño, de poca capacidad. Ángel había pasado por allí, pero al ver que el bar estaba lleno de peregrinos, se había comprado un botellín de agua y había continuado el camino.

Cuando por fín llego, me encuentro con Primi y un par de peregrinos, acompañados por el dueño del bar y el hospitalero que hemos tenido ayer en Grandas. Están en obras en el bar y el dueño nos dice que va a cerrar. Antes de cerrar, llegan caminando las dos Isabeles con algunos peregrinos más. Isabel madre llama a un taxi pues ha decidido no caminar más este día. Al poco tiempo llega el taxi y se marcha la madre acompañada del peregrino irlandés. Por nuestra parte, continuamos caminando bajo la lluvia, que no cesa.



El camino con barros


Después Ángel nos contaría que tras unos kilómetros había llegado al Cuatro Vientos, un bar de carretera que estaba muy bien montado; allí se tomó un bocadillo de tortilla francesa con la cerveza correspondiente y estuvo un rato con Javier, el peregrino asturiano. Cómo nosotros no llegábamos decidó ponerse en marcha y así rematar la etapa. A su llegada a Fonsagrada, por fin dejó de llover.



Iglesia de Santa María, de estructura barroca




Albergue Cantábrico


En el albergue "Cantábrico", el hospitalero, un tío muy amable, nos dio todo tipo de facilidades: lavadora y secadora, de pago lógicamente, pero muy bien, porque lo tiene muy bien organizado, incluso hasta secabotas. Las literas con sábana de arriba, sábana de abajo y edredón y por supuesto almohadón, todo ello de tela. Una vez organizada la cama y las duchas y mientras lavadora y secadora hacían su tarea, tocaba vuelta por el pueblo esperando a que llegásemos nosotros que veníamos muy rezagados.



Lavadoras y secadoras




También secabotas


Nosotros continuamos el camino ya sin detenernos hasta Fonsagrada. Cuando llegamos Ángel nos cuenta cómo iba lo del albergue lo de la sábana, lo de la lavadora, secadora, secabotas, etcétera y mientras nosotros nos organizamos Ángel se va a dar otra pequeña vuelta por el pueblo a informarse dónde se televisa el partido del Manchester United contra el Celta de Vigo.



Bar Vagalume; Fonsagrada


Muy cerca del albergue hay un bar que se llama Vagalume que a Ángel le resultó chocante debido a la coincidencia de nombre con uno de Madrid de la calle Ponzano; le preguntó a la camarera que de donde venía ese nombre y le comentó que "vagalume" es una palabra en gallego qué significa "luciérnaga". Además tenía allí vino del Pago de Carraovejas que lo vendía a 33 euros la botella de crianza. Estuvo allí un buen rato comentando estas historietas con un transportista que llegó a dejar un pedido hasta que, por fin, nos juntamos Primi y yo con él.

Tomamos unos vinitos de albariño y nos fuimos a cenar al "Cantábrico", ya que nos dijeron que el pulpo era excelente y además allí se veía el fútbol. A punto estuvo el Celta de conseguirlo pero no pudo ser.

El albergue se había llenado de peregrinos; entre otros: las francesas, "el artista", los americanos, las italianas, el irlandés, y otros muchos. Sobre las 11, finalizado el partido, nos fuimos a la cama.