Como todos los días a las 7 - 7:15 arriba. Aseos y recogida de mochilas y a las 08:00 desayunando en el bar en que cenamos anoche. Nos despedimos de Isabel que se marchaba en ese momento y una vez desayunados emprendemos la marcha.

Dejamos atrás las cuatro esculturas creadas por José Díaz Fuentes con la ayuda de los internos de la carcel de Monterroso, que forman parte de un conjunto de cuarenta, cuyo destino final era un proyecto de anfiteatro que Díaz Fuentes reclamaba para Sarria desde hace años. Las cuatro obras que ahora mismo están en Sarria y que se trajeron desde Monterroso para una de las ediciones del Salón de Otoño que organizaba Díaz Fuentes se encuentran ubicadas en la entrada del campo de la feria. Desde que fueron colocadas en ese lugar nadie se preocupó por cuidarlas y fueron víctima de actos vandálicos, entre los que, los más dañinos, fueron las pintadas que realizaron sobre ellas con un espray.

Continuamos por la fachada del Monasterio de la Magdalena, acompañados por bastantes grupos de peregrinos, tal vez por ser domingo.

Nuestro primer objetivo era parar en Leiman, para visitar a Carmen y Sara. Al llegar allí nos llevamos una enorme sorpresa al ver que el bar no estaba y llamamos por telefono a Carmen. Aun no eran las 10:00 por lo que posiblemente estaba en la cama. No obstante enseguida apareció Sara en la puerta y nos hizo entrar. Nos puso en antecedentes de que por una serie de problemas administrativos con el arquitecto y el ayuntamiento de Sarria y pase de plazos en agosto pasado, cuando estaban de vacaciones los juzgados, el caso es que en Septiembre pasado les habían tirado el bar. Bajó Carmen y estuvimos un rato en la cocina con las dos tomando unos pinchos de chorizo y dando vueltas y mas vueltas al problema, que ahora tenían pendiente en un abogado de La Coruña.

Continuamos el Camino. Parada en Morgade. Muchos peregrinos. Nos sentamos en una mesa que estaban dos peregrinas alemanas, madre e hija que habíamos conocido la noche anterior cenando en Sarria. Estuvimos un buen rato hablando con ellas; se llama Lucia la madre y Melanie la hija, que tiene 18 años. Son de cerca de Colonia.

Continuamos camino; siguiente parada en Mercadoiro, en el mismo chiringuito que paramos hace 2 años y echamos un mus.

Lleno de peregrinos. Conseguimos mesa y poco después llegan Lucia y Melanie y como no habia otra mesa libre se sientan con nosotros. Nos comentan que tienen dos hijos/hermanos mas, algo mayores, de 24 y 22 años, y que Melanie es la pequeña. Tambien aparecieron por allí las danesas Bettina y Hanne-Lise.

Continuamos camino, ya sin paradas hasta Portomarín. Los albergues privados donde estuvimos hace dos años, llenos. Nos envían al albergue Ferramenteiro, nuevo, grande, de 130 plazas y muy bueno. Nos instalamos allí.

Duchas y paseo por el pueblo; vinos con las danesas, saludos con matrimonio australiano y, a la hora de cenar, aparecen las canarias. Tomamos unos vinos y cenamos con ellas en el bar-restaurante donde el dueño habla alemán, junto a la iglesia.

Sobre las 10:30 nos fuimos al albergue que, en esta ocasión, cerraba a las 23:00.