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Mi Primer Camino
(Rodrigo)


macardiel@terra.es



Miércoles, 4 de Mayo de 2005
Etapa 0: Astorga


El pasado lunes, tras tomar unas cañas en el Bar de Valentín (ese día habíamos decidido no andar, en previsión de lesiones inoportunas), ya Ángel habia comentado que temas familiares le obligaban a demorar algunos días el viaje. El miércoles, esperando que llegara la hora de partir, Michel me comunica que, debido a otros imprevistos, tampoco él nos acompañaría. Toda la ilusion que había puesto en este Camino se me vino abajo de golpe pues Angel y Michel no empezarían y, puestos en lo peor, lo mismo tardarían en incorporarse o ya no lo harían.

Aunque este año no íbamos solos los tres (realmente éramos seis), sabía que, sin Ángel y Michel, el Camino no sería lo mismo.

Michel, fiel a su palabra, y al igual que el pasado año, fue a buscarme a casa sobre las 4 de la tarde y juntos bajamos a la Estación de Autobuses. Teníamos tiempo suficiente por lo que paramos en la Cafetería Atenas, cercana a la Estación, a tomar unos cafés. Allí me entregó el botiquín que nos había preparado Jaime, nuestro médico de empresa, así como el GPS que llevaba para entregárselo a Pilar, quien se incorporaría días más tarde.

Poco después llegó Mauri y, tras abonar la consumición, nos dirigimos a la Estación en busca de Marino.

Mauri nos mostró el bastón que llevaba al que, al parecer, le habia incorporado una punta de metal para protegerla del roce. Yo tambien le mostré mi caña, muchísimo más ligera, que Michel me había proporcionado y que con un poco de "tunning" había quedado de lujo, como para venderla.

Localizado Marino, sacamos los billetes y salimos en el autobús una vez despedidos de Michel, quien prometió sumarse al Camino lo antes posible.

El trayecto en el autobús le recuerdo entre somnoliento, triste y con el cielo cubierto por algunas nubes. Llegamos a Valladolid a las 18:45, es decir, sobre el horario previsto (recuerdo otro año en el que llegamos ajustadísimos de hora toda vez que el último autobús para Astorga salía a las 19:00 horas).

Mientras sacaba los billetes para Astorga, Mauri y Marino esperaban, en tanto Luis ya me habia llamado que estaba llegando a Valladolid. Él venía directamente desde Madrid.

Una vez efectuadas las presentaciones salimos los cuatro dirección Astorga. Llegando a la población le había comentado al conductor que nos dejara donde el otro año (este año tuve que hacer verdaderos esfuerzos para recordar lo del año pasado, tened presente que este trabajo estaba encomendado a Angelito o, en su defecto, a Michel, pero este año no estaban ninguno de los dos).

El conductor me dijo que ese albergue no lo abrían hasta mediados pero que el otro estaba cerca (¡¡¡ ya empezamos ¡¡¡, pensé), pero al llegar a la curva vimos que había luz y allí nos bajamos.

Después de habilitarnos una sala de unas 14 literas en la que quedaban 4 libres, dejamos los trastos, abonamos los 5 euros del albergue y salimos a cenar (el hospitalero nos había dejado un teléfono para abrirnos al volver de la cena). Mientras les mostraba a mis compañeros algunos de los monumentos de Astorga: Palacio de Gaudí, Ayuntamiento, Catedral, etc., nos dirigimos al bar-restaurante que una compañera nos había recomendado: "El Cubasol".

Después de la cena regresamos al albergue a dormir. Bueno dormir, lo que se dice dormir, ni miajita, dada la música ambiental (grandes ronquidos) que tuvimos pues cuando uno callaba le cogía el testigo otro y con otra música distinta. En fin, una buena noche ... para olvidar.


Astorga