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ETAPA 5 – 30 KMS
DE O CEBREIRO A SAMOS

Perfil de la etapa



Lunes, 9 de Mayo de 2005
Etapa 5 De O Cebreiro a Samos
30,0 Kms Faltan Etapa Recorridos Faltan Total
O Cebreiro 30,0 0,00 153,0
Liñares 26,8 3,2 149,8

Ultramarinos, restaurante, hostal. Casa Jaime (982 36 71 66).

La Iglesia de San Esteban, con una vieira en la portada, es del mismo estilo que la de O Cebreiro.

Una pista de tierra parte por la izquierda en dirección a la iglesia y al cementerio, pista que 250 metros después regresa a la carretera, donde iniciamos así el ascenso al alto de San Roque en un suave repecho que coronamos en un kilómetro y nos sitúa a 1.270 m. de altitud. En su cima, se encuentra el Monumento al Peregrino.

Hospital da Condesa 24,5 5,5 147,5

REFUGIO nada mas entrar en el pueblo a la derecha. Es uno de los primeros 'institucionales', creados por la Xunta de Galicia con motivo del jacobeo de 1993. Duchas de agua caliente, salón, cocina y capacidad para 18 peregrinos. Llaves: Concepción (982 16 13 36).

Llamado así por un hospital fundado en el siglo IX por Doña Egilo, hermana del repoblador del Bierzo, el conde Gatón. Un desvío señalizado nos conduce durante 300 metros por la calle central del pueblo.

Padornelo 22,0 8,0 145,0

La Iglesia de San Juan, es el único vestigio de la presencia de los Caballeros de San Juan de Malta en esta zona; hoy día se ha convertido en un cementerio cubierto.

A continuación, 600 metros de durísimo repecho que pondrán a prueba las fuerzas del peregrino para situarle en el Alto del Poio.

Alto do Poio 21,5 8,5 144,5

Posada del Peregrino
Hostal Santa María do Poio (982 36 71 67).

El Alto do Poio, con sus 1.337 metros se constituye en el punto más elevado del Camino de Santiago en Galicia.

En este lugar es menester volver la vista atrás y echar un último vistazo al ya lejano Cebreiro y a la sierra de los Ancares antes de cambiar de vertiente para afrontar el descenso al valle y perderlos definitivamente de vista.

Fonfria 18,1 11,9 141,1

Casa rural Núñez y Casa rural Galego.

Pueblecito de casas rurales. Un cáliz de plata (siglo XVIII) guardado en la parroquia tiene la inscripción: 'Soy de Ospital de Fon Fría'.

Ambos, camino y asfalto, coinciden a la entrada de Fonfría, cuya travesía realizamos por su calle central.

O Biduezo 15,8 14,2 138,8

Bar-Restaurante Betularia (982 18 72 99) y Casa rural Quiroga, con 8 ó 10 habitaciones.
Isabel os atenderá espléndidamente.

Otro pequeño núcleo de población. La iglesia de San Pedro tiene fama de ser la más pequeña del Camino, se halla exactamente en el vértice de esta altiplanicie, en la falda del monte Ouribio (1.447 metros).

Filloval 13,0 17,0 136,0

Conviene no ir despistado a la entrada de esta localidad, ya que a la altura de su primera casa parte hacia la izquierda nuestro Camino, describiendo una curva de casi 180º. Este tramo discurre por un túnel natural formado por las ramas de los avellanos.

As Pasantes 11,0 19,0 134,0
Ramil 10,0 20,0 133,0
Triacastela 9,4 20,6 132,4

Pueblo grande, con numerosos bares, restaurantes y alojamientos.
El refugio está a la entrada del pueblo. 68 personas en literas, con cocina y agua caliente. Llaves, Jesús (982 54 80 87).
Comidas: Menús baratos en bar Fernández, Casa O Novo y mesón Vilasante.
Alojamientos: Hospedaje O Novo (982 54 81 05). Hostal Fernández (982 54 81 48).

Santiago de Triacastela documentado desde el año 922, fue final de la XI etapa del Camino según el Códex Calixtinus. Debe su apellido a los tres castillos que hubo en su término y de su hospitalidad dan prueba su nombre y el de sus calles.

Balsa 5,0 25,0 128,0

Este tramo que nace junto a una casa y a una capilla, dedicada a Nuestra Señora de las Nieves.
De nuevo da la sensación de estar recorriendo un lugar verdaderamente privilegiado que causa una gran satisfacción.
Este rincón es, sin duda, uno de los que el peregrino nunca olvidará del Camino de Santiago.
El estrecho camino, flanqueado y cubierto por rugosos carballos, acoge pequeños regatos que descienden zigzagueantes por entre las piedras redondeadas por el secular paso de los peregrinos.

San Xil 3,5 26,5 126,5

Aldea formada por un pequeño grupo de casas. La Iglesia un poco apartada de las casas en la parte baja del pueblo, contiene un cáliz del siglo XV.

Cruzaremos por su calle central, para regresar después a la carretera y seguir por ésta hasta el Alto de Riocabo.

Fontearcuda 2,0 28,0 125,0

En el centro de este poblado tomamos una desviación, bien señalizada a la derecha y seguimos descendiendo por una carballeira, que así se denominan aquí estos pequeños pero frondosos bosques de carballos.

Las aldeas se suceden con tal profusión que llegará un momento en que el peregrino no sabrá exactamente en cuál de ellas se encuentra. Cualquier lugareño (últimamente bastante perplejos por la inusitada avalancha de peregrinos) le pondrá rápidamente al corriente de dicha distribución.

Samos 0,0 30,0 123,0

A orillas del río Ouribio se levanta el antiguo monasterio de San Julián de Samos, todavía regido por monjes benedictinos.

Su nombre deriva de la palabra sueva samanos, que significa «lugar donde viven religiosos en comunidad».

Según la tradición, lo fundó san Martín Dumiense en el siglo VI. Sin embargo, la primera noticia que testifica su existencia nos la facilita una inscripción en la que consta que el obispo de Lugo Ermefredo restauró el monasterio en el año 655 y restableció la vida monástica bajo la regla de san Fructuoso.

Durante la invasión árabe fue destruido y abandonado. Hacia el año 760 lo restauró Fruela I, albergando en él monjes procedentes del monasterio Agaliense de Toledo, con el abad Argerico y su hermana Sara a la cabeza. El hijo de Fruela, Alfonso II el Casto, que se había refugiado aquí algún tiempo, confirmó a los monjes, el 11 de junio del 811, las donaciones que había realizado su padre.

Cuarenta años más tarde, Ramiro I lo repobló de nuevo con monjes huidos de Andalucía. Puso al frente de la comunidad al abad cordobés Fatalis. Nuevas donaciones de Ordoño I al abad Ofilón convirtieron este monasterio en cabeza de los de su entorno.

A comienzos del siglo X, el obispo Ero de Lugo intentó hacerse con el control del cenobio, que quedó reducido a una simple parroquia. Pero el rey Ordoño II consiguió salvarlo de la crisis y lo revitalizó gracias a la llegada de nuevos monjes procedentes del monasterio de Penamaior. Desde el año 960, al menos, la comunidad de Samos vivió bajo la regla de san Benito.
Siglos más tarde, la incorporación en 1505 a la congregación de san Benito de Valladolid supuso un nuevo momento de esplendor, tanto material como espiritual, para Samos.

Un incendio acaecido en 1558 destruyó todo el monasterio.

De las construcciones medievales únicamente se conserva una puerta de la antigua iglesia (de fines del siglo XII o de comienzos del XIII), la capilla del Salvador, una columna y un fragmento de una placa de mármol del siglo IX. La iglesia, los dos claustros (el de las Nereidas y el Grande o de Feijoo) y el resto de dependencias monásticas son de época moderna.

Respecto de su relación con el Camino de Santiago, sabemos que en el siglo XIII había en este monasterio unos monjes encargados de atender al peregrino y que algunos particulares expresaron en sus donaciones el deseo de que una parte de ellas sirvieran para su cuidado.

Se sabe que, en el siglo XVIII, durante tres días los peregrinos podían comer en el refectorio del monasterio la misma ración que se asignaba corrientemente a los monjes. Por otra parte, cuando los peregrinos eran o bien sacerdotes o bien personajes de cierta categoría, por su condición especial también se les daba cama. El resto de romeros, para su alojamiento, se refugiaban en una casa que el monasterio tenía preparada para tal fin en el pueblo de Samos.